Efectivamente, la humedad ambiental afecta a la supervivencia de los virus en la atmósfera y dificulta sus desplazamientos por el ambiente. El agua presente en el aire supone un obstáculo físico para la propagación de los virus y bacterias. Y la lluvia los empuja al suelo a gran velocidad.
Para comprender porqué es menor la humedad ambiental en invierno que en verano, hemos de definir dos conceptos: humedad absoluta y humedad relativa. La humedad relativa es el % de agua que hay en la atmósfera, en un determinado momento y en unas condiciones concretas de presión y temperatura, con respeto al máximo que podría haber; es decir, es la cantidad de vapor de agua que hay en la atmósfera con respecto a lo que podría acoger la atmósfera en esas condiciones. Es como el indicador de gasolina de nuestro coche: nosotros miramos la aguja y no vemos los litros que nos quedan de gasolina; vemos lo lleno o vacío que está el depósito: al 25%, al 50%… Este es un dato muy útil, en ciencias naturales, porque permite conocer la cantidad de vapor que puede absorber la atmósfera:
-Si la humedad relativa es muy alta, no podrá haber mucha evapotranspiración de los vegetales y probablemente no será necesario el riego. Es lógico, puesto que la humedad relativa elevada indica que no cabe mucho más vapor de agua en la atmósfera.
-En la costa la humedad relativa siempre es muy elevada, lo cual dificulta a la sudoración en las personas. Ya hemos visto en el blog que con el sudor bajamos la temperatura corporal. Pero al haber mucho vapor en la atmósfera, el organismo transpira con dificultad ( no puede añadir fácilmente más vapor); por lo tanto, no puede disipar calor.
El otro concepto es la humedad absoluta: es la cantidad de vapor de agua que hay en el aire. Esto es un dato objetivo, que se expresa en gramos de agua por metro cúbico de atmósfera.
Pues bien, en verano la humedad absoluta es mayor que en invierno, mientras que la humedad relativa es menor en verano. Esto quiere decir que en invierno hay menos vapor de agua en la atmósfera, aunque esté lloviendo o nevando. Aunque el agua en estado sólido o líquido puede llegar a ser vapor de agua, lo cierto es que no es vapor; por tanto no afecta al valor de humedad ambiental.
Pero en invierno la humedad relativa es mayor que en verano; es decir, en invierno, la atmósfera no podrá absorber tanto vapor con en verano. ¿Por qué? Aquí es donde está la madre del cordero:
Porque la humedad relativa depende de la presión atmosférica y de la temperatura del ambiente. En la superficie terreste, cuanto más frío sea el aire, mayor será la presión atmosférica; mientras que en altura (1 km), cuanto mayor sea la temperatura, mayor será la presión atmosférica. A nivel de superficie terrestre, un aumento de temperatura se traduce en un mayor movimiento de las moléculas de gases atmosféricos. Al moverse mucho y con más energía, van desplazando a las moléculas de alrededor: abriendo hueco, haciendo sitio. Como ocurre con los globos aerostáticos, que al calentar el aire que tienen dentro se dilata el mismo e infla el globo. El resultado es que dentro del globo hay más espacio entre las moléculas, como ocurre en la atmósfera veraniega; especialmente en la zona más próxima a la superficie terrestre. Como la atmósfera en verano tiene mayor temperatura, entonces tiene más espacio o más capacidad para absorber vapor de agua. En invierno las moléculas están más juntas y no dejan tanto espacio para el vapor de agua, por eso la humedad relativa es mayor en invierno; no porque haya mucho vapor, sino porque cabe muy poco.
En verano la humedad absoluta (la cantidad de vapor en la atmósfera) es elevada y, además, la atmósfera es capaz de absorber mucho todavía (humedad relativa baja).
Aquí abajo tenemos un diagrama del virus de la gripe, donde se observa su membrana lipídica, la cual se ve afectada cuando la humedad es alta. El virus de la gripe, perteneciente a la familia de los «Orthomyxovirus», también se ve afectado negativamente por la temperatura. Y en verano es fácil que se den valores ambientales de 38º C (en algunas superficies oscuras y en el interior de los coches las temperaturas se disparan). Por esto mismo el virus no sobrevive mucho tiempo en el exterior, mientras que en invierno puede aguantar íntegro varios días.
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